AMOR Y GRIMA: MI DESPERTAR JUNTO A LA SANTA MUERTE

Cuando el cuerpo grita lo que el alma calla


Recuerdo perfectamente aquel dolor de estómago. Era tan profundo y persistente que me impedía levantarme, comer o llevar una vida normal. Tras muchos días de sufrimiento y varias visitas a urgencias, con electros, analíticas y pruebas cardíacas, el diagnóstico del equipo médico fue tan desconcertante como frustrante: todo estaba normal. Lo que sufría era “epigastralgia por ansiedad”.


Una inflamación aguda. Un dolor insoportable. Lágrimas constantes. Y una receta invisible: relajarse.


¿Relajarse? ¿Cómo se supone que una persona debe relajarse en medio del infierno?


Una puerta inesperada


Mis conocimientos sobre el universo esotérico de Mariposa Azul eran escasos. Pero la desesperación tiene su propia lógica. Una noche, entre lágrimas, decidí probar suerte: encargué un ritual que se transmitía en directo por TikTok, desde un altar donde se encontraba La Santa Muerte, en sus tres colores: roja, blanca y negra.


—No aguanto más —le dije a Pilar, rota por dentro.


Ella y Sergio —el Brujo de Sentencia de la Santa Muerte— comenzaron entonces a preparar un aliño especial para una vela. Deposité en ella toda mi fe. No sabía, sin embargo, que con ese gesto estaba abriendo una puerta mágica. Una puerta real.


Vi cómo las manos de Sergio consagraban la vela con un cuidado absoluto, como si sostuvieran a un recién nacido entre sus dedos. El fuego comenzó. La Santa Muerte ejecutó entonces lo que tanto deseaba: se llevó aquel dolor inhumano de mi cuerpo.


La vela, la llama, la llama


Durante horas, esa vela ardió. Y en el fuego comenzaron a aparecer imágenes que no sé explicar: figuras como guadañas, sombras que danzaban con la llama. En el momento exacto en que sonó la canción “El Oráculo de la Santa Muerte”, sentí algo dentro de mí quebrarse y a la vez calmarse.


A las cinco de la madrugada, la vela murió. Y con ella, mi dolor de estómago.


Aquel instante selló mi fe. Confiaba en la Santa, nuestra Flaca, como la llamamos con cariño. Pero también sentía miedo, respeto… y una extraña grima que me hacía apartar la mirada de su rostro de hueso y de verdad.


De la grima al amor: hacerme ahijada


Quise saber más. Quise entender a quién me había entregado.


Decidí hacerme ahijada y comenzar mi formación. Quería conocer de verdad a esa presencia que, con solo una llama, me había devuelto la vida.


En las primeras sesiones era como una niña pequeña: emocionada, inquieta, profundamente tocada. Pilar —médium, guía espiritual, hija de la Santa, mi madrina— me fue mostrando, semana a semana, quién era realmente Ella.


La Santa Muerte no juzga.

La Santa Muerte no exige.

Ella te ve. Te mira. Te despierta.

Te abrasa el pecho.

Te desarma el alma.

Te deja sin máscaras.

Y te acoge bajo su manto.


A cambio, pide muy poco: verdad. Que seas tú. Sin mentiras. Sin demandas. Solo gratitud.


La verdad que remueve


Desde que comencé el camino, todo en mi vida empezó a removerse.


Cada rosa que tocaba levantaba sus espinas. Cada sombra que había escondido salía a la luz. La Santa Muerte se convirtió en mi espejo, y me enseñó a vivir con consciencia. Me enseñó a no juzgar, ni siquiera cuando sangro.


La llamo “mi karma en la tierra”, porque devuelve lo injusto a quien lo merece, sana como una madre, y dice la verdad como ese amigo que no te endulza el oído, pero sí te abre los ojos.


El día que Ella llegó a mi casa


Un día, recibí un paquete de una persona a la que amo profundamente.


Tenía miedo, respeto, emoción. Mi intuición me decía que Ella venía dentro. Y así fue.


Una Santa Muerte dorada, espléndida, se hizo presente. Era justo la que más me había llamado la atención... y también la que más miedo me daba. La tomé entre mis manos y sentí ternura. Paz. Lloré sin consuelo.


Me sentí incluso mala persona por haber sentido rechazo antes. Me preguntaba cómo podía tener fe si no soportaba mirarla. Pero todo eso se esfumó al tenerla de frente.


La fe cotidiana


Emocionada, escribí a mi familia de Mariposa Azul. No sabía dónde colocarla: acababa de mudarme y mi casa era un caos de cajas. Ella merecía algo mejor. Pero me dijeron algo que nunca olvidaré:


“La Santa no necesita lujos. Solo respeto. Colócala donde sientas que debe estar. Pídele permiso. Ella te protegerá más que si tuviese un altar lleno de oro.”

Con humildad, la puse sobre un armario. Corrí a conseguir su manzana roja, su dulce, su licor, su agua, su tabaco. Como una niña el Día de Reyes, lo preparé todo con amor.


Desde entonces, mi Santa me sonríe.

Cuando tengo problemas, hace justicia.

Cuando tengo ansiedad, corta el mal con su guadaña.

Cuando me siento sola, me abraza.

Incluso mis gatos han dejado de dormir conmigo para hacerlo junto a su altar. ¿Qué tendrá?


Gracias a la familia de Mariposa Azul


Desde aquí, humildemente, quiero dar las gracias a todo el equipo de Mariposa Azul, a Pilar y a Sergio, mis padrinos, por el conocimiento, la sabiduría, el apoyo y el amor que me están regalando.


Gracias por mostrarme cómo mirarla. Gracias por dejarme ser un trocito de esta gran familia espiritual.


Porque lo que la Santa Muerte ha unido,

que no lo separe nadie jamás.


Ante Ella lo firmo.

Y así lo decreto.


Noemí Ortíz.


Por PILAR JIMÉNEZ - MARIPOSA AZUL ESOTÉRICO 2 de mayo de 2025
Antes de nacer, yo ya lo sabía todo (y tú también)
Por GUILLERMO CHINCHILLA 27 de abril de 2025
LA SONRISA ES EL GRITO DE GUERRA CONTRA EL MIEDO
Por PILAR JIMÉNEZ ( MARIPOSA AZUL ) 11 de abril de 2025
Almas Encarnadas: El Viaje Secreto Que Pactamos Antes de Nacer
Por PILAR JIMÉNEZ ( MARIPOSA AZUL ) 11 de abril de 2025
Por qué doy formaciones gratuitas
Por PILAR JIMENEZ ( MARIPOSA AZUL 8 de abril de 2025
El Código Vivo que despierta tu Alma
Por PILAR JIMÉNEZ / MARIPOSA AZUL 2 de abril de 2025
la Matriz del Destino
Un lápiz está sobre una carta del zodíaco al lado de flores moradas.
27 de marzo de 2025
Los Arcanos Mayores: El lenguaje oculto del alma
Una silueta de una persona caminando por un túnel de luces.
27 de marzo de 2025
👁️‍🗨️ Investigaciones Paranormales Reales: Lo que el alma calla, nosotros lo escuchamos
Una doble exposición de un hombre y una mujer besándose con árboles al fondo.
27 de marzo de 2025
Reconocidos como el Número 1 en Amarres de Amor